COMO HACER UN SANGRADO EN UN FRENO DE DISCO HIDRÁULICO
El sangrado de frenos de disco hidráulicos es una tarea esencial para mantener el rendimiento óptimo de tus frenos y garantizar una frenada segura. Aunque el proceso puede variar ligeramente según la marca y el modelo de tus frenos, aquí te doy una guía general que puedes adaptar a tu sistema específico.
Materiales Necesarios
- Kit de sangrado: Incluye una jeringa, mangueras, y líquido de frenos adecuado para tu sistema (por ejemplo, mineral o DOT).
- Líquido de frenos: Asegúrate de usar el tipo correcto especificado por el fabricante de tus frenos.
- Llave de ajuste: Para abrir y cerrar el tornillo de sangrado.
- Paños limpios: Para limpiar cualquier derrame de líquido de frenos.
- Cinta adhesiva o una cuerda: Para mantener las pastillas de freno separadas si es necesario.
- Guantes: Para proteger tus manos del líquido de frenos.
Proceso de Sangrado
- Preparación:
- Consulta el manual: Revisa el manual de tu freno para verificar el procedimiento específico y los tipos de líquido recomendados.
- Prepara el área: Trabaja en un área limpia y bien ventilada. Coloca paños alrededor del área de trabajo para absorber cualquier derrame.
- Preparar el Kit de Sangrado:
- Llena la jeringa: Con líquido de frenos. Asegúrate de que no haya burbujas de aire en la jeringa.
- Preparar el Freno:
- Levanta la bicicleta: Usa un soporte o colócala de forma segura para que el freno esté en una posición cómoda para trabajar.
- Retira la rueda: Esto te dará acceso al freno y al caliper.
- Retira las pastillas de freno: Si es posible, retíralas para evitar contaminarlas con líquido de frenos.
- Conectar el Kit de Sangrado:
- Ubica el tornillo de sangrado: Este suele estar en el caliper de freno.
- Coloca la manguera: Conecta una manguera del tornillo de sangrado a una botella o recipiente para capturar el líquido usado.
- Abre el tornillo de sangrado: Usa una llave para abrirlo, pero solo un poco para permitir que el líquido salga.
- Sangrar el Freno:
- Introduce el líquido de frenos: Con la jeringa, presiona el líquido a través del sistema. Asegúrate de hacerlo lentamente para permitir que el aire salga.
- Observa el líquido: Mantén un ojo en la manguera y el recipiente para ver cuando el líquido que sale esté libre de burbujas de aire. Esto indica que el sistema está libre de aire.
- Llena el depósito: Si estás usando un sistema con depósito en la maneta, asegúrate de mantenerlo lleno durante todo el proceso.
- Cerrar el Sistema:
- Cierra el tornillo de sangrado: Una vez que el líquido que sale esté sin burbujas, cierra el tornillo firmemente.
- Retira la manguera: Con cuidado, quita la manguera de sangrado y limpia cualquier derrame.
- Verificar y Limpiar:
- Reinstala las pastillas: Coloca las pastillas de freno de nuevo en su lugar.
- Verifica el funcionamiento: Aprieta la maneta del freno para asegurarte de que tenga una buena respuesta. Si el freno no responde correctamente, puede que necesites repetir el proceso.
- Reinstala la rueda: Coloca la rueda de nuevo en su lugar.
- Limpieza Final:
- Limpia cualquier derrame: Usa paños limpios para asegurarte de que no haya restos de líquido de frenos en el disco o en las pastillas.
- Descarta el líquido de frenos usado: Siguiendo las normativas locales para el desecho de productos químicos.
Consejos Adicionales
- Revisa el nivel de líquido regularmente: Asegúrate de que el nivel de líquido de frenos esté en el rango recomendado después del sangrado.
- Evita tocar el disco: Mientras trabajas en el sistema, evita tocar el disco con las manos desnudas, ya que los aceites de la piel pueden afectar el rendimiento de los frenos.
Si sigues estos pasos y revisas el manual de tu freno específico, deberías poder realizar un sangrado efectivo de tus frenos de disco hidráulicos. ¡Buena suerte y conduce seguro!